Junto a su hermano gemelo Andrés y su padre llegaron a España en 2014: “Los primeros años estuvimos estudiando el mercado español de la alimentación en búsqueda de un producto único”, explica Juan Vicente. Estudió en Le Cordon Bleu de París y después de trabajar en diferentes restaurantes alrededor del mundo e incluso atreverse a montar otro con su familia, le apetecía seguir en el mundo de la alimentación creando un producto desde la nada: “Quería un producto en el que pudiéramos introducir la tecnología en su producción y descubrí que en España no había una salsa estilo Sriracha”.
Sabores del mundo
La inspiración no solo le vino de Tailandia con la Sriracha, una salsa picante muy conocida por su proceso de fermentación, sino que también le influenciaron otras salsas y sabores que había ido probando a lo largo de sus múltiples viajes alrededor del mundo.
“Durante dos años nos dedicamos a crear la salsa: comenzamos con una receta y cuando ya la teníamos, pasamos a crear la fórmula”, explica Juan Vicente. Lo único que de ella se conoce son los ingredientes: jalapeños rojos, zanahoria, naranja, ajo y vinagre.
Primer canal de venta
Con la fórmula entre las manos, Juan Vicente tuvo claro dos cosas: “Nosotros no teníamos ni la capacidad para producirla ni la estructura para venderla. Así que buscamos una fábrica y decidimos que nuestro primer canal de venta sería Amazon”.
"Mucha gente puso en duda que a los españoles les gustara el picante, pues lo hemos conseguido".
Sus números abalan sus aciertos. Espicy se empezó a vender en Amazon.es en mayo de 2018. “Las ventas subían gracias también a los buenos comentarios hasta el punto que lo que vendíamos en mes y medio, se agotaba en seis horas”.
Juan Vicente tiene claro la clave del éxito: “Amazon es una herramienta democrática. Si tienes un buen producto, tienes buenas críticas y aumentas las ventas”.
Inspiración mundana
Juan Vicente explica que los negocios siempre tienen tres fases: la primera es la de “estás loco”, la segunda es la que te “corrigen tu idea inicial de producto” y la última la que te recuerdan que “tuviste suerte”, como si todo fuera fruto del azar. Pues bien: “Nuestro objetivo era una salsa picante que realzara el sabor de la comida y, aunque mucha gente puso en duda que a los españoles les gustara el picante, lo hemos conseguido”, explica con entusiasmo y dejando de lado cualquier influencia extraterrenal en el éxito de Espicy.
En el nombre de la salsa Espicy han mezclado la palabra inglesa picante, spicy, con las primeras dos letras del idioma español.
Espicy por el mundo
Espicy es una salsa sin conservantes ni aditivos que puede disfrutar todo el mundo, veganos y celiacos incluidos.
Si bien en España se han convertido en un referente, Juan Vicente tiene claro sus planes a corto y largo plazo: “Nos gustaría exportar la salsa a más países a través de la logística de Amazon y después estamos pensando en la posibilidad de crear nuevas salsas en nuevos países, adaptándolas al paladar de cada uno de ellos”.