La veintena de ingenieros jubilados demostraron que su energía se transforma con la edad y que la motivación para seguir aprendiendo es su secreto para mantenerse activos. Expectantes antes de empezar y reflexivos al final del tour, escucharon atentamente las explicaciones del también ingeniero Víctor Romía, assistant general manager Amazon Barcelona-El Prat.
Las expectativas desde la perspectiva
Con Víctor, les separan más de cuarenta años, pero les une la inquietud y la ilusión de seguir aprendiendo. Durante más de dos horas, muchas fueron las preguntas y las impresiones que compartieron: “Ha sido un gusto participar en un tour con ingenieros con tanta experiencia.
"A nuestra edad solo debemos crecer en curiosidad".
El aprendizaje ha sido bidireccional”. Este Ingeniero de Puentes y Caminos, orgulloso colegiado, llegó a Amazon hace cuatro años y medio después de estar trabajando construyendo nuevas líneas de metro en Barcelona: “Me apetecía probar en la gestión de equipos y esta es una empresa que apuesta por la gente como bien han podido observar los protagonistas de la visita de hoy”. “Como ingenieros hemos venido a ver las tripas de Amazon y como conviven robots y personas”, explica Florenci Flamerich, Ingeniero Eléctrico de 73 años, que se jubiló hace solo 3. La curiosidad les hizo observar hasta el más mínimo detalle y mientras paseaban por el centro logístico fue habitual ver cómo quedaban ensimismados ante cualquier detalle que pasaría desapercibido por el común de los mortales. El momento que todos ellos estaban esperando fue cuando visitaron el taller de Robotics donde comprobaron de primera mano cómo funcionan los drives (parte móvil), y las pods, (estanterías que almacenan productos).
Al final de la visita, y ya con un café entre manos, compartieron sensaciones y consiguieron ponerse de acuerdo en el veredicto final: “Sin la informática Amazon no es nada”, afirmaba rotundamente Florenci. Y Manuel Oliva, también Ingeniero Eléctrico, pero con 87 años, añadía: “En los años 70 los almacenes estaban ya robotizados pero los robots no tenían software. El avance en la informática es la clave de Amazon”.
Y Juan Ramón García, Ingeniero Industrial jubilado, que trabajó en el mundo de la empresa automovilística complementaba las reflexiones de sus compañeros: “Los robots existen hace muchos años y sobretodo en el sector del automóvil, pero la diferencia en Amazon es que el producto no es homogéneo”.
Cultivando el intelecto
Cuando le dijeron que iba a visitar Amazon, Manuel se preguntó: “Con la cantidad de productos que ofrecen, ¿cómo un robot realiza la selección?”. Así pues, no lo dudó y fue de los primeros en apuntarse: “Y antes de la visita me informé”.
Con una energía envidiable cuenta que se sigue levantando a las cinco de la madrugada, por aquello del efecto de la rutina de tantos años: “Voy al gimnasio cada día y después paso unas tres horas delante del ordenador. Por las tardes paseo y disfruto de mis nietos”. Y Florenci añade: “A nuestra edad solo debemos crecer en curiosidad”.
Ahora Manuel también hace vídeos de las actividades que organiza el Colegio: “Quería una cámara que venden en Amazon y cogí el dinero porque pensaba comprármela aquí aprovechando que venía, pero ya me han dicho que no puede ser”.
Y mientras Manuel espera volver a casa para realizar el pedido, otro Ingeniero Industrial, Gonzalo Borrego, a sus 80 años concluye convencido: “La ingeniería es el complemento perfecto de la vida”. O mejor dicho imprescindible como la reflexión del físico e ingeniero de origen húngaro, Theodore Von Karman: “Los científicos estudian el mundo como es y los ingenieros crean el mundo que nunca ha sido”.
¿Te gustaría visitar el centro logístico de Amazon con tu abuelo?